El MIR es un examen de 185 preguntas de respuesta múltiple de medicina (tipo test), que debe contestarse en un máximo de 4 horas. Cada pregunta acertada vale 3 puntos y cada pregunta fallada resta 1 punto.
De las 185 preguntas, 175 son las que se tienen en cuenta para el examen y 10 son de reserva, siendo muy frecuente el uso de 5 a 8 preguntas de las de reserva por problemas de formulación o erratas de las anteriores, lo que da lugar a impugnaciones.
A diferencia de otras oposiciones no se dispone de temario oficial pero sí de uno ‘oficioso’ elaborado a partir de exámenes de convocatorias anteriores (que son públicos) y permiten constatar el número de preguntas asignados a cada materia, así como los temas más destacados.
La nota obtenida en el examen (90 % de la nota final), junto con la valoración del baremo o expediente académico (10% de la misma) permite clasificar en orden decreciente de puntuación a todos los presentados.
El examen se desarrolla en 4 horas de tiempo máximo y se puede realizar en un buen número de sedes designadas por el Ministerio repartidas por todo el territorio español.
Aquellos opositores que obtengan las puntuaciones más altas escogen, unos meses después en el acto de elección de plaza, habitualmente en el mes de abril, la especialidad y el hospital donde realizarán la residencia. La incorporación de los nuevos residentes suele realizarse en el mes de mayo.
Por lo tanto es un examen que busca ordenar a los aspirantes en una lista, del primero al último, según su puntuación de examen + baremo, para permitir una elección ordenada según ranking de las plazas ofertadas de formación sanitaria especializada.
Con el examen MIR se evalúan los conocimientos médicos de 8.000 a 25.000 médicos aspirantes, según las diferentes convocatorias. El examen ha incorporado en los últimos años imágenes en algunas de las preguntas, para dar paso a los mini casos clínicos basados en imagen. Las imágenes se distribuyen en un cuadernillo aparte al examen y es uno de los factores que tienen un peso mayor en la valoración de la dificultad del examen.